Si este post no ha salido hasta hoy es porque no encontraba (ni encuentro) las palabras para describir todas las sensaciones y emociones vividas en la Cabrerés, así que no lo haré.
Tal y como me lo vendió Sergio, hay infinidad de motivos por los cuales vale la pena hacer esta clásica pedaleada y quizás el primero de ellos sea la espectacularidad del paisaje que acompaña toda la ruta.
Quien tenga 20 minutos que eche un vistazo a este reportaje de El Collsacabra en el que Antoni Bassas lo presenta como su paisaje favorito de Catalunya.
Solamente por disfrutar del entorno por el que transcurre toda la prueba ya vale la pena participar, pero además hay que añadir que en la 17 edición de este año nos reunimos unos 3.000 participantes dispuestos a reivindicar que ésta es la cursa BTT por excelencia de Catalunya.
Siempre habrá quien encuentre alguna pega en la organización, en los obsequios, en algún tramo del recorrido ... pero en mi opinión, por todo, absolutamente por todo, valió la pena madrugar.
Mossèn.
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